La serenidad

La serenidad es un estado de ánimo apacible y  sosegado aún en las circunstancias más adversas o desagradables, es decir, una persona serena se mantiene sin exaltarse o  deprimirse, y este maravilloso estado le permite mantenerse muy saludable, con una gran capacidad de tolerancia, además cuenta con la facilidad de encontrar soluciones a través de una reflexión detenida y  cuidadosa, sin engrandecer o minimizar los problemas. Si no hay problemas o situaciones desagradables, una persona realmente serena mantiene su salud física y mental  en óptimas condiciones. Quienes conocen a profundidad este tema, saben que las personas realmente serenas son quienes siempre logran alcanzar sus objetivos y metas, son reconocidos triunfadores.

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Sin serenidad sólo queda ansiedad, angustia, intolerancia, resentimiento, depresión, odio, tristeza y miedo.

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Cuando las dificultades y los problemas se presentan, existe el riesgo de caer en la desesperación, en la tristeza, en la ira, en la depresión, en el miedo, en ocasiones da la impresión de estar en un laberinto sin salida. Todos los seres humanos enfrentaremos de una forma u otra situaciones parecidas, lo que hará la diferencia será la manera en que resolvamos estas circunstancias y la serenidad siempre nos permitirá reaccionar con actitudes positivas y reflexionar adecuadamente para encontrar la mejor solución.

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Durante todo este tiempo de investigación y desarrollo para crear el Programa de Prevención de la Ansiedad y las Conductas Compulsivas®, descubrimos que el concepto de serenidad utilizado en toda la historia de la humanidad lamentablemente está equivocado, ya que siempre se había pensado que la serenidad era una virtud, un objetivo o un logro que se alcanzaba al cumplir ciertas actividades, procesos, condiciones o satisfacer las más diversas necesidades, pero ahora sabemos que no es así. Podemos comprobar a quien sea, que la serenidad, en una persona sana, es el estado natural siempre presente a menos que se vea afectado por las emociones , las actitudes y las conductas. La agradable sensación de tranquilidad deja de percibirse, en ocasiones para siempre, cuando emociones mal encausadas se van acumulando en el organismo por consecuencia de actitudes negativas y conductas equivocadas. Hay que entender que cuando las emociones acumuladas en el organismo intenten disiparse al medio ambiente, nos provocarán una terrible y exagerada sensación de ansiedad, ya que entre mayor sea la cantidad de emociones acumuladas, mayor será la intensidad de la sensación de ansiedad. Ya que esta situación es en extremo desagradable, siempre nos obligará a buscar alguna solución para eliminarla. Actualmente las instituciones o autoridades con relación a este fenómeno, creen que la solución se conseguirá al diluir la ansiedad, objetivo que a la fecha no se ha conseguido, ya que el enfoque correcto debería ser cómo nosotros lo hemos planteado: la ansiedad desaparece sólo al recuperar el natural estado de serenidad®.